En la sociedad del consumo todo tiene un posible comprador y todo tiene un gancho en donde poder picar, al menos eso es lo que se puede interpretar cuando uno estudia los mercados de consumo, las ventas y el uso final de los productos, o el conocimiento técnico de los compradores.
En la fotografía no es un hecho menor y especialmente tras la llegada de la fotografía Digital.
Y la verdad, a veces me cansa y me resulta hasta molesto ver a vendedores que con el único afán de vender, meten cámaras al comprador que en muchos casos jamás aprovecharán al 100 % por no hablar de la poca información e incluso errónea que en muchos casos se da de los productos.
También existe el desconocimiento general del gran público, e igualmente se deja llevar por una publicidad agresiva y populista, como ha ocurrido con el tema de los Megapixels, término y dato que se ha resaltado hasta la saciedad como casi fundamental y vital para nuestro equipo, dejando de lado otros datos quizás incluso hasta más importantes, porque si bien es cierto que el número de megapixels es una referencia sobre una mayor definición de imagen, eso es algo relativo, en función principalmente del tamaño del sensor CCD y de la calidad de la óptica.
Y es que no es lo mismo (a modo comparativo) tener 10 megapixels en 1 cm que tenerlos en 1 metro. Igualmente ocurre lo mismo con las lentes.
Es por eso que, aunque por ejemplo los teléfonos móviles han avanzado mucho y ofrecen cámaras de 5, 10 Mp etc la calidad de sus fotos no se pueden comparar en cuanto a definición con una buena compacta o con una reflex. Otra cuestión es que a pesar de su limitación, seas capaz de hacer buenas fotos en el sentido artístico creativo.
A veces me parece escuchar en algunos establecimientos aquella frase.....
Compren, compren... !!! compren sin pensar, sin analizar, sin reflexionar o meditar lo que realmente necesitan, compren lo más, lo más grande, lo más potente, lo más bonito, solo porque es lo más, o quizás porque su vecino también lo tiene.
¿ Nadie se pregunta, que tipo de fotos voy a realizar, para qué, o a que tamaños voy a sacar copias en papel, y lo que es más importante, que o cuales son las prestaciones que nos ofrece la cámara ? Lo cierto es que pocas veces se hacen estas preguntas.
Estas preguntas que parecen básicas, apenas se fundamentan generalmente, y en muchos casos nuestro orgullo nos lleva a comprar un producto que podrá ser la última novedad en tecnología y prestaciones, pero que podrán pasar años y años hasta que sepamos utilizar al 100% todas sus funciones, y para entonces, ya habrá cámaras mejores...
Yo siempre he recomendado la sencillez y simplicidad en todo comienzo, en este caso a la hora de entrar en este mundo de la fotografía, y para ello nada mejor que comprar una cámara básica, ya sea una compacta o una reflex de iniciación, eso si, al ser posible con la posibilidad de usar el modo manual, básicamente para empezar a comprender y entender los conceptos básicos de la fotografía. Siempre habrá tiempo para aprender, evolucionar y mejorar nuestra herramienta..
De nada sirve montar en una moto de gran cilindrada si aún no sabemos montar en bicicleta.
Cuesta hacer entender en ocasiones que el hecho de tener una cámara de alta gama no te asegura buenas fotos y que con una cámara básica puedes hacerlas, y no porque la gama alta sea mala y la básica buena, sino por el hecho tan sencillo como que la fotografía tiene mucho que ver con la persona que la hace, y no tanto de su equipo.
Otra de las imposiciones del mercado fotográfico en esta era digital, es el tema del ciclo de vida de las cámaras, según algunos no más de año y medio o dos años, de hecho hay personas que un año llegan a tener varias cámaras.
No es algo que me importe o me quiera meter, cada uno es libre de hacer con su dinero lo que quiera, faltaría más, pero sinceramente... comprar dos o tres cámaras de cierto nivel pero con objetivos básicos, es tirar el dinero... es preferible tener una sola cámara e invertir en una o varias ópticas de calidad.
Generalmente despreciamos y no valoramos lo que tenemos, y lo que hoy nos parece lo último y más novedoso, en unos meses deja de serlo porque otro modelo más avanzado ha salido al mercado. No hace muchos años, te podías comprar una cámara de fotos y si tenía cierta calidad o la cuidabas bien, te podía durar toda la vida. Es más, aún tengo las cámaras con las que empecé en este mágico mundo de la fotografía y funcionan perfectamente a día de hoy.
Entonces ¿dónde está el problema?
La fotografía Digital ha hecho que nuestras cámaras, ya no solo sean cámaras fotográficas sino que además, sean pequeños ordenadores, y como tales, acusan más el paso del tiempo, no tanto por funcionalidad, sino por la propia evolución tecnológica, funciones nuevas, mejoras de funcionamiento, etc que en algunos casos se pueden ir añadiendo mediante actualizaciones.
También es cierto que en los años del uso de película de 35mm u otras, las fotos no se hacían al tum tum o a lo loco como se puede hacer más actualmente, antes uno se pensaba mucho el disparar una foto, era muy selectivo y por lo tanto en número de fotos era mucho menor en comparación con una cámara digital, en la que disparamos muchas veces sin pensar si realmente la foto que hacemos nos merece la pena, por esa comodidad de que luego podemos borrarla. Y lógicamente, esos disparos de más, los sufre de alguna manera el obturador, y si bien se comentan en algunos casos un ciclo de vida por número de fotos, es algo que considero también algo subjetivo o relativo y que no tiene porqué ser una regla matemática.
Otro detalle interesante a tener en cuenta, es que muy posiblemente muchos de nosotros aún tengamos nuestros equipos fotográficos de la época de carrete o película, deberíamos plantearnos la posibilidad de poder usar algunas de las lentes de estos equipos en los actuales digitales, teniendo en cuenta eso si el factor de recorte – multiplicación, y siempre que sean compatibles con su montura actual o con algún adaptador, entre otras cosas porque algunas de esas lentes olvidadas es muy probable que tengan una calidad óptica mucho mejor que algunas lentes digitales de la gama básica.
Recuerda no obsesionarte con lo último y disfruta con el equipo que tengas hasta sacarlo el máximo partido y sientas realmente esa necesidad de avanzar a un equipo con más prestaciones. No te dejes llevar por las modas o las apariencias, no te sientas inferior por el hecho de tener una cámara compacta o por tener menos megapixels que otros, disfruta de tu cámara y la fotografía.
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